¡¡¡Hola a todos!!!
Después de una larga temporada vuelvo a escribir en el blog. Y el motivo ha sido mi deseado viaje a la Patagonia.
Como ya hice en el viaje anterior para que no se os haga (más) pesado leer todo el tocho, voy a hacer dos crónicas, separando los dos grandes bloques del viaje.
Así que allá voy:
El vuelo fue desde Santiago hasta Punta Arenas. Este aeropuerto es el más sureño de Chile, por lo tanto para viajar a esta parte del país es casi la única opción. El inconveniente de comprar los vuelos rebaratos son los horarios….así que salimos el viernes de 12 de noviembre de super madrugada.
La compañía de este viaje era Mariona (la catalana con la que fui a San Pedro) y Belén, una extremeña pero que estudia en Graná. Como veis, me rodeo de niñas en todos los viajes, jejejje, pero bueno así han coincidido las cosas.
Llegamos a Punta Arenas, pero del tiri nos fuimos a Puerto Natales, que queda como a unas 3h al norte. Y fuimos a Puerto Natales porque es la ciudad que más cerca está del conocidísimo Parque Natural de las Torres del Paine, que fue el objetivo de esta primera parte del viaje.
Este parque se puede visitar de dos maneras: o excursiones de un día con un jeep privado, o andandito con la mochila a cuesta y durmiendo en tienda de campaña. Era obvio que iba a elegir la segunda opción, porque es la que le da la magia a este sitio.
El circuito es muy conocido, le llaman la W (doble be) en Chile no existe la V, la llaman B corta. Esta ruta la hicimos en 4 noches y 5 días andando…mejor empezar desde el principio.
El primer día cogimos un autobús que nos llevó desde Puerto Natales a la entrada del parque…por el camino se veían a los guanacos pastando y cruzándose en el camino, como si no le importase que puñaos de turistas les invadieran a diario.
Conforme íbamos llegando se veía el macizo de montañas que conforman este parque. El día fue soleado y despejado…el chofer me comentó que no era ni normal el “calor” (íbamos en chaquetón y bufanda) que estaba haciendo últimamente. Y lo mejor de esto es que se podían ver la Torres (son 3 montañas cilíndricas de casi 3000 m) despejadas…y digo que es lo mejor, porque es normal que las torres estén cubiertas de nubes. Y lo más gracioso es que lo normal que pase es que te pegues la caminata y cuando llegas al final no ves una mierda, jejejje…¡pero no fue mi caso! Ya lo veréis más adelante.
La motivación se acrecentó cuando cogimos un catamarán que cruzaba el Lago Pehoé hasta llegar al comienzo del circuito W. Desde el barco se veían todas las montañas nevadas…y claro, las primeras veces que las ves pues te emocionas y echas mil millones de fotos…también digo que cuando llevas 4 días viéndolas todo el día y sufriendo el camino vas cambiando la forma de verlas, jejeje.
Así que a las 1 de la tarde empezamos el camino desde el Lago Pehoé hasta el Glaciar Grey. En la espalda llevábamos muchos kilos de ropa y de comida…y yo llevaba el chiringuito montado por fuera de la mochila, porque llevaba la olla, los tenis, y las chanclas colgando. El camino fue como 5h (con sus respectivas paraditas). Los últimos 45 min fueron un infierno porque el dolor de mis hombros era insoportable, pero de verdad que me molestaban mucho y tenía que estar cambiando la posición de la maleta cada tanto tiempo, pero no dejaba de doler….menos mal que al día siguiente me caché del fallo.
Lo bonito del camino es que vas andando por la vereda del Lago Grey. A medida que avanzas vas viendo pequeños icebergs que poco a poco se van convirtiendo en icebergs más grandes hasta que llega un momento que subes a un mirador y PUMM te encuentras el cacho de glaciar delante de ti...
Una vez que llegamos al camping y después de la ducha, y de montar la tienda vimos el atardecer en otro mirador natural cerquita del glaciar.
Por la noche se notaba la bajada de temperatura de forma bestial. Yo tuve mucha suerte y es que mi compi el austriaco Lukas me prestó un pedazo de saco de dormir que flipas, y gracias a él no he pasado frio. Pero las niñas sí que sufrieron muuuuuucho y casi no durmieron de los tiritones.
Al día siguiente bien tempranito y después del te matutino recogimos el campamento e hicimos el mismo camino de vuelta. Como he dicho antes, tonto de mi, me di cuenta de que el espacio entre las asas de la mochila y la banda que se cierra en la cintura era muy pequeño, por lo tanto la mochila quedaba colgando mucho y por eso los hombros me dolían tanto. Solucionado el problema, este trayecto fue ligerito y en bajada.
Hicimos una parada grande para comer espaguetis (¡¡¡me he tirado los 5 días comiendo pasta y arroz con tomate!!!) y continuamos con la ruta. En este caso el camino llegaba hasta el camping Británico, dentro del macizo. Estas 2h y media de camino en la hora de la siesta fueron duras pero bonitas, porque ibas viendo cómo te acercabas cada vez más a las montañas..Incluso las rodeabas y te ibas adentrando en ellas. Aquí el tiempo fue empeorando y el viento comenzó a azotar. Para llegar al camping debías de cruzar un puente colgante que cruzaba un rio y desde ahí veias la montaña Paine Grande, la más alta, como 3.200 m o así.
Cuando quisimos montar la tienda, nos dimos cuenta de que se había perdido un machi-hembrado de los palos de metal, jejejjee. Claro al principio eran risotadas por no llorar…menos mal que había gente más preparada que nosotros y llevaban cinta americana (te hace el avio para todo) y con una rama hicimos el apaño y pudimos dormir. Antes de dormir comenzamos a escuchar como truenos..y nos acojonamos mucho porque creíamos que nos iba a caer la tormenta del siglo..pero sin embargo era el ruido de las avalanchas de nieve que caían de las montañas…impresionante.
Tercer día: A priori era el más tranquilo, ya que desde el camping se andaban 5km hacia el centro del macizo se volvia y se dormía de nuevo en el mismo camping, por lo tanto se andaba sin mochila grande…Pero la dificultad estaba en que en 5km había un desnivel de 1000m. Para mi este fue casi el mejor día porque el camino estaba guapísimo. De repente andabas al lado de un río, que te metías en un bosque o que salías a un claro y dasbas una vuelta de 360º y veías montañas y montañas y a tu espalda veía lagos enormes y más montañas a lo lejos. Y como he dicho antes, cada dos por tres escuchabas el estruendo de una avalancha..incluso vimos una muy grande delante nuestra (la llegué a grabar con la cámara) y se veía la nube de polvo de nieve cayendo..y cuando se diluía se veían cascadas de nieve.
El cuarto día fue el peor y más sufrido ya que el trayecto era el más largo y el tiempo empeoró. Comenzó a hacer mucho viento y chispear…pero era una lluvia tan tan fina que cuando estabas andando incluso era placentera, pero obviamente cuando parabas te mataba, y te tenías que poner el chubasquero…después quitártelo a la mitad, el rollo de siempre. Las piernas ya se notaban pesadas y las veces que mirabas al reloj buscando el consuelo del descansito de cada hora y algo, aumentaban. También era curioso observar la manera de caminar. Es decir, al principio íbamos los 3 juntos hablando y cantando a ratos …y conforme pasaba el día cada uno iba a su ritmo, con las cabezas bajas.
El momento culmen fue cuando nos dimos cuenta de que perdimos el palo de la tienda con el apaño de la rama y la cinta americana…y ahí sí que nos hinchamos de reír por no llorar, jejejje. Porque no teníamos tienda ¡!!! ¿Dónde íbamos a dormir? Jejejej. Pero bueno todo tiene solución, y la aventura no era tan extrema. Por suerte antes del camping público al que queríamos llegar había otro que era privado y tenía un refugio. Al llegar ahí, fue la Belén a poner caritas y dar pena así que el dueño del refugio nos prestó su tienda e incluso nos cobró más barato…¿veis por que viajo solo con niñas?
Solucionado el problema de la tienda…el siguiente gran problema era el viento que era insoportable, pero lo peor es que ¡!!las torres de habían nublado!!!
Esa noche incluso yo pasé frio porque el viento se colaba por el costado de la tienda y me daba de pleno. Estaba guapo ver como se doblaba la estructura de la tienda y el ruidazo que se formaba cuando la tienda se doblaba.
Último día: estaba programada la subida hasta la base de las torres y la vuelta hasta la entrada del parque para tomar el bus de vuelta a Puerto Natales. El tiempo continuó mal, incluso ya había que caminar con el polar y las bragas puestas. Sorprendentemente subimos en menos tiempo del esperado…la última hora de subida fue mortal. Cuestas de tierra resbaladiza, piedras, y la lucha entre cuerpo y mente. Ahí si que subimos cada uno a nuestra bola y parecía que estábamos peleaos entre nosotros, jejejjee…
Durante toda la subida vas viendo las torres que sorprendentemente empezaron a despejarse…pero no te imaginas que cuando llegas arriba de la última cuesta ves esa pedazo de vista!!!! Y es que en la base de las torres hay un glaciar-lago que le dan el último toque para hacer la foto-postal perfecta.
La bajada fue ligera y tranquila ya que todos íbamos contentos y gracias a eso el camino se te hace más ameno. Cogimos el autobús a las 20h…pues imaginarse como dormimos de agustos esa noche en el hostel!! Por fin en un colchón y con calefacción…vaya lujo!!!!
Este ha sido el resumen de la W, como veis, se sufre pero a la par lo disfrutas el doble cuando ves esas maravillas que todavía te ofrece la naturaleza.
Un beso muuuuuuuy grande a todos…espero que nos veamos en menos de un mes de nuevo casa comiendo turrones.
PD: Tita Auxi y Perico, hubieseis disfrutado como enanos con esta excursión. Me he acordado mucho de vosotros.
Virgilio , muchas felicidades!, que viaje más emocionante y bonito, ¡ que recuerdos tan maravillosos ! y que envidia sana.
ResponderEliminarDesde luego con el aire que has respirado te has oxigenado y limpiado por el tiempo q llevas en Santiago.
Las fotos son sensacionales, un abrazo ao de la familia.
Muchas felicidades virgilio!!!!
ResponderEliminarMe parece increible todo lo que cuentas!!! y qué vistas...!!!!En navidades nos tendras que enseñar todas todas las fotos eh?!!! Un beso muuuuy grande!!!
Hola Petardillo! Leo, veo las fotos y siento en mis piernas y en la espalda el dolor, el frio, el cansancio, el enorme placer y el sentimiento de nostalgia que me producen el haber sentido como tú, todas esas experiencias. Gracias por acordarte de mi. Nos vemos pronto encanto!!. Cuidate mucho y disfruta. Un beso muy fuerte.
ResponderEliminarTITA AUXI